viernes, 7 de septiembre de 2012

La que se avecina
La negritud se cierne sobre bares, restaurantes, tascas y garitos de copas de Sanlúcar. Los horarios de apertura y de cierre y la subida del IVA van a  mermar la clientela de los establecimientos de ocio nocturno, ya animados por la policía local que -literalmente- arroja a la calle a los clientes a las 3 de la madrugada. La única opción que queda a esa hora es la de irse a ese chalet con bombillas llamado "OXI" lugar ideal para hacer el cateto consentidor o el ostiao con rebequita. En cambio los bares que intentan ofrecer música en directo a la clientela -he dicho música, no salves rocieras- no tienen la más mínima opción: aunque sean las 5 de la tarde, aparecen los municipales y te precintan el equipo. Imposible hacer música, prohibida la cultura, prohibida cualquier expresión que no sea "Viva la Blanca Paloma", y claro los negocios cerrándose. Y ahora Rajoy obliga a subir el precio de las copas y de la cerveza con un IVA abusivo, lo que arroja a los clientes directamente al botellón o a las fiestas domésticas. Si necesitaban una puntilla definitiva los bares de copas ahí la tenéis los que votasteis a Mariano, ahora no digáis que el botellón es molesto y sale caro. A joderse toca.
Fdo.: José Antonio Segura Velasco.

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